martes, 25 de agosto de 2009

CAMINOS EXPRESADOS CON FUERTE CANDOR

TERCER CAPÍTULO: AUTO ENCIERRO ENFERMIZO CON UN DIOS IRREAL

Son agrupaciones de mucha gente, con la misma mentalidad, para seguir a un dios establecido por cada organismo reunido.
Cada religión es un estilo distinto, un mundo aparte de otras creencias posibles. En cada extremo existe un límite, para que no entren otros pensamientos.
Su estructura son puras, leales, a una formación adjudicadas por sus leales seguidores.
Son compulsiones que segundo tras segundo, llenan las almas de su mensaje. Hay ocasiones, como los fundamentalistas, que reciben un exceso ilimitado, que pueden producir altas alteraciones mentales, para reflejarlas sin pudor, a las sociedades mundiales.
Consecuencias graves como el 9/11, la explosión del subte en Madrid, son a raíz de una cadena de consecuencias ignorada por todos los sectores del planeta.
Es decir, por el fanatismo de la creencia de un dios, se es capaz de morir pon sus enseñanzas percibidas como organizaciones de las vidas.
La brújula de la creencia de uno mismo, por parte de los fanáticos, se perdió por vestirse de sumisos ante cada proverbio de los dioses.
Los dioses comandan ejércitos de títeres, que desperdician sus años con reglamentos, que los llevan a las ruinas.
Cuando los elogios, perdieron sus barreras, las admiraciones se convierten en fuertes creencias con un camino por andar, el de su elogiado se ve en forma continua plasmado y en sus conductas clonadas sin control alguno.
Las creencias en una persona, saca del cuerpo toda la personalidad y todo un estilo por desarrollar. Ojos tan anonadados, que el ímpetu guardado se destruye y las energías para dar, son olvidadas.
Específicamente son para los que dejan debilitar su espíritu, para terminar en la nada.

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